jueves, 9 de enero de 2020

Voleibol una pasión para la inclusión

Foto: Untref

Existen dos  modalidades y manera de jugar dependiendo de la discapacidad que se tenga,  se centra en el Voleibol sentado y de pie, entre ellas hay bastante diferencia en la manera y reglas de jugar.

Voleibol Sentado

Los primeros datos de esta modalidad se conocieron en Holanda en los años 50 pero fue transcurridos 10 años cuando se dio a conocer por otros países.
Pueden practicarlo personas con discapacidad, como es el caso de lesión medular, locomotora, parálisis cerebral u otras discapacidades, para ello cuentan con algunas adaptaciones que facilitan este deporte y cada uno de ellos son clasificados según unos criterios de valoración en una tabla clasificatoria.
A nivel internacional lo gestiona la Organización Mundial de Voleibol para Personas con Discapacidad (World Organisation Volleyball for Disabled – su siglas son WOVD), la primera vez que se participó en esta modalidad fue en el año 1980 en Arnheim, pero solamente en la categoría masculina, las mujeres comenzaron años después en los juegos de Atenas en el año 2004.

Voleibol de pie

Participan personas con discapacidad física o reducida, al contrario que en el suelo se puede participar en silla de ruedas, los movimientos de los jugadores son más rápidos y el campo donde se practica es más grande que en el Voleibol sentado. Pasó a ser deporte Paralímpico en el año 1976 en los Juegos de Toronto.
La organización Internacional de deportes para personas con discapacidad unificó los mismos criterios y reglamento del Voleibol para esta modalidad.
Se aplica las mismas normas que el reglamento del voleibol convencional, al igual que los atletas que practican la modalidad sentada, también son evaluados según la tabla de clasificación existente para tal fin.

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